Tips fundamentales para seguir el método Marie Kondo en casa
Tener una casa ordenada y limpia nos aporta una mayor tranquilidad y paz. Después de tantas horas fuera de casa, si llegamos y nos encontramos la casa en perfecto orden es probable que nos alegremos. No obstante, si llegamos y la casa está hecha un desastre, puede que los nervios y estrés de todo el día no desciendan. Por ello, es importante buscar un día libre de esta semana y reorganizar toda la casa para que nuestro hogar nos transmita felicidad. Y qué mejor que hacerlo de la mano de Marie Kondo, la gran maestra del orden. Desde GCE os dejamos en este post los tips fundamentales para aplicar las directrices de Marie Kondo en casa. ¡Empezamos!
Sigue los pilares básicos
Marie Kondo tiene un distintivo muy particular en su método: ella proclama organizar la vivienda por categorías y no por espacios. Además, su método tiene seis pilares básicos que debemos conocer para empezar a aplicar este método:
- Compromiso para ordenar
- Reflexionar sobre el estilo de vida que buscamos
- Apartar lo que no necesitamos
- Categorizar todo en la casa
- Seguir un orden claro y específico
- Descubrir si los objetos nos producen alegría
Gracias a estos seis puntos podemos empezar a reorganizar nuestra casa y es que, Marie Kondo tiene razón en que el orden (o desorden) que tenemos en casa va en consonancia con nuestro estado de ánimo.
Organiza todos los objetos de casa
Por frecuencia de uso
Parece lógico, pero si te paras a analizar tus armarios de la habitación o los de la cocina seguro que te planteas dudas como: ¿por qué tengo el bikini a primera fila en el armario si estamos en febrero? o ¿por qué dejo la sal tan lejos y tengo el bote de fabada que tengo para una emergencia a primera línea? Aunque creamos que lo tenemos todo ordenado por cercanía y frecuencia de uso, puede que no sea así. Ahora ya puedes ir a abrir todos los armarios y reordenarlos según cuánto uses cada producto u objeto.
Por tamaños
Si tienes la costumbre de, por ejemplo, colocar los productos de limpieza o de baño según los vas comprando es probable que te cause un problema de tiempo y de dinero. Al poner los objetos grandes a primera fila tapamos los pequeños y no sabemos de cuáles disponemos y de cuáles no por lo que haciendo la compra es probable que derrochemos mucho dinero comprando cosas que ya teníamos, pero no veíamos. Además, colocar los más pequeños delante va a hacer que accedamos a todos los productos de forma más rápida. Por otra parte, los objetos del mismo tamaño deben estar juntos entre ellos: de esta forma nos aseguramos de que nada se pierde.
Por el lugar que ocupa en la casa
Esta claro que no vas a colocar los cereales en el cajón del baño porque ese armario es perfecto, pero es probable que pienses que con este método vas a tener que reordenar todos los objetos de tu casa. Sin embargo, no es así. Es importante que cada objeto, alimento, ropa, etc. ocupa un espacio concreto de la vivienda y que no podemos mezclarlos aleatoriamente. Por ejemplo, todas tus joyas pueden ir en un mismo joyero, todos los juguetes en un baúl, todos los libros en las estanterías del salón y todas las especias en la misma repisa.
No te agobies: parece peor de lo que es
Este método puede suponer una reestructuración de todo el orden de tu casa por lo que, una vez empieces, es probable que te suponga un poco de agobio. Es normal que sientas este agobio cuando, por ejemplo, vacías todos los armarios y colocas toda la ropa encima de la cama. No obstante, este es el momento en el que tenemos que coger fuerzas y seguir ordenando: poco a poco y empezando por lo más fácil, lo tendremos ordenado enseguida.
Usa envases y cajas transparentes
Marie Kondo en su método incide repetidamente en la necesidad de ordenar la casa para que, en un simple vistazo, podamos encontrar aquello que buscamos. Por ello, si todo lo colocamos en envases y cajas transparentes, a primera vista podremos ver en qué caja se encuentra aquello que buscamos. Por ejemplo, es muy importante reducir el consumo de plásticos por lo que la compra a granel de frutos secos, pasta, legumbres, etc. es cada vez más común. Si estos alimentos los dejamos en tarros de cristal totalmente transparentes, no es necesario que para hacer unas lentejas busquemos en todos y cada uno de los tarros.
Deshazte de todo lo que no te haga feliz
Este es el mantra de Kondo. En la mayoría de las casas tenemos muchos objetos, ropa, etc. que no utilizamos y que nos resultan indiferentes, pero que guardamos “por si acaso lo volvemos a usar”. Por ello, en plena reorganización de la vivienda debemos observar detenidamente cada objeto y pensar en si lo usamos y si no lo usamos nunca, pensar en si nos hace felices.
Siempre que puedas, dona y recicla todo lo que ya no utilices. Por ejemplo, imagina que tienes una vieja manta guardada que ya no usas. Puede que la conservas por si en algún momento la que usas asiduamente se rompe o mancha y no tienes ninguna de las otras dos disponible o puede que la conserves porque es un buen recuerdo de tu infancia. En el primer caso deberías llevarla a reciclar y en el segundo deberías quedártela. Y recuerda: a partir de ahora, cuando estés a punto de comprar algo, piensa realmente en su uso y si lo necesitas.
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