Cómo barnizar los muebles exteriores para protegerlos

Las inclemencias atmosféricas causan estragos en nuestros muebles exteriores. Ya sea el sol, las lluvias o la nieve, las maderas sufren las consecuencias de estar a la intemperie durante todo el año. Por ello, si queremos protegerlos y mantenerlos en un adecuado estado de revista, conviene seguir determinadas pautas que, además, nos ayudarán a alargar su vida útil.

En el caso de los muebles antiguos, es necesario lijar suavemente aquellas partes que presentan mayores daños, aplicando posteriormente el decapante para levantar la capa anterior. Una vez levantada, utilizaremos la espátula hasta que lleguemos a la madera desnuda, aclarando y secando la superficie antes de impregnarla con barniz.

Si, por el contrario, nos encontramos con madera nueva, lijaremos previamente en el sentido de la veta de la madera y, una vez lijada, limpiaremos en profundidad con un cepillo para eliminar cualquier resto de polvo. Ahora que tenemos la madera limpia, diluiremos el barniz en un recipiente con un poco de agua para impregnar mejor y dejaremos secar unas 6 horas. Una vez seca, aplicaremos barniz sin mezcla de agua sobre la madera, siempre en el sentido de la veta.

Sea cual sea la madera que vayamos a tratar, es importante que la madera no esté caliente y que la temperatura ambiente esté entre los 5 y los 35 grados, de manera que conseguiremos que la parte líquida del barniz no se evapore e hidrate adecuadamente la madera, manteniendo sus propiedades intactas.

Asimismo, y ligado a lo anterior, no será lo mismo barnizar nuestros muebles en verano que en invierno. En el caso del verano, evitaremos las horas más calurosas del día para que la madera no se caliente en exceso. Si no tenemos otra opción, templaremos la temperatura de la madera humedeciendo con agua la madera en varias ocasiones. Una vez realizado este proceso, dejaremos secar la madera. Si, por el contrario, vamos a barnizarlos en invierno, tendremos en cuenta que la temperatura exterior no sea inferior a los 5 grados para evitar que se congele el producto.

¿Te animas entonces a coger la brocha y conseguir unos muebles de diez?